1948, en el enrarecido panorama político de Colombia, la violencia partidista azotaba el campo. Rosalba Velázquez, presencia la muerte de su esposo a manos de fuerzas oficiales, desencadenando una espiral de venganza y caos. Durante una década, sus acciones la convierten en un blanco de persecución, mientras se une a bandas armadas liberales en busca de justicia.