INTERSECCIÓN cierra su octava edición con el cine más innovador y político

El Festival Internacional de Cine INTERSECCIÓN cerró este sábado su octava edición con la lectura del palmarés tras una intensa jornada final de proyecciones. La cita coruñesa, consolidada ya como uno de los referentes del cine de vanguardia, destacó por su apuesta por propuestas que amplían los límites del lenguaje audiovisual y exploran nuevas formas de narrar.

El Premio del Jurado de la Sección Internacional recayó en Durian, durian, del director singapurense Nelson Yeo, una obra que combina riesgo estético y reflexión política. La mención especial fue para Real Faces, de la realizadora belga Leni Huyghe, que también obtuvo el Premio del Público por su retrato íntimo sobre la identidad.

En la categoría de Cortometraje Español, el jurado distinguió La nostra habitació, de Jaume Claret Muxart, por su sensibilidad narrativa, y otorgó mención especial a La sangre, de Joaquín León, por su fuerza visual y poética.

La Sección Galicia reconoció Deuses de pedra, de Iván Castiñeiras, por su trabajo sobre la memoria y la universalidad de lo íntimo, mientras que Un sueño de una noche, dirigido colectivamente por Sandra Iglesias González, Claudia de la Iglesia Díez, Bárbara Portilla Santana y Marina Fornies Briceño, obtuvo una mención especial por su mirada sensible hacia la juventud. Esta última obra también fue premiada por el Jurado Joven.

En la Sección Fulgor, el galardón principal fue para Algunos recuerdos (no) son míos, de Rebecca Tolosa Gilroy, por su trabajo con archivos vinculados a la memoria feminista. La mención especial fue para O costume do traballo, de Luis Morla, por la precisión de su relato oral sobre un pasado traumático.

El Premio NUMAX fue otorgado a Alboroque, de Sabrina Fernández Casas, una obra que se acerca con honestidad a problemáticas comunitarias y apuesta por lo colectivo como respuesta ante la destrucción. El film recibió también el Premio MAV 2025.

Dentro del espacio profesional NEXUS, el Premio Impronta —que ofrece un año de asesoría— fue para SOS, de Nicolás Martínez; el Premio D’A recayó en Despois de Grecia, de Irene Pin; y el Premio Materna, en Wólfram, de Sara Gil Méndez.

La organización subrayó que los títulos premiados reflejan la identidad del festival: un compromiso con el riesgo formal, la experimentación y la mirada crítica hacia la realidad social y política.

Durante su octava edición, INTERSECCIÓN combinó competiciones, retrospectivas, exposiciones y encuentros profesionales que reunieron a más de un centenar de agentes del sector audiovisual. El público, por su parte, respondió con entusiasmo, llenando las salas y espacios expositivos de A Coruña.

Con este balance positivo, el festival reafirma su posición como un espacio esencial para el cine contemporáneo más innovador y ya prepara su edición 2026.